Qué significa Jugar al ROL
Estoy cansado de que me miren mal por jugar al rol. Y es que tenemos mala fama muy a nuestro pesar. Muchas veces hemos intentado explicar el concepto de juego de rol, pero normalmente, no quieren entenderlo. No es la primera vez que, reunidos una tarde de domingo, nos preguntan que a qué estamos jugando. Tendríais que ver cómo les cambia la cara cuando decimos que estamos jugando al rol. Quizás lo más sencillo sea comenzar diciendo qué no es un juego de rol: un juego de rol no es matar a la gente de la calle. Y es por esto por lo que tenemos mala fama, por aquello que paso hace ya unos cuantos años.
Veréis, imaginad por un momento que sois... no sé, un caballero de la edad media. Intentad meteros en la piel de ese caballero: ¿buscáis aventuras? ¿cuál es vuestro pasado? ¿sois un paladín defensor del bien, o más bien alguien malvado? ¿buscáis fama y riquezas u os conformáis con vivir vuestra vida de la manera más sencilla posible? Esto es una parte del juego de rol. Cada uno de los jugadores, representa un personaje y debe desarrollar ese rol a lo largo del juego. La gracia está en meterse en el personaje.
Normalmente, una sesión de juego se compone de un director (o Master, de ahora en adelante GM, game master), y de varios jugadores. Hay multitud de libros que desarrollan infinitas ambientaciones: mundos antiguos como el del Señor de los Anillos, futuristas como Star Wars, ambientados en la II Guerra Mundial, en mundos fantásticos (Dragones y Mazmorras), mundos de tinieblas, donde todo es caos y desorden... En cada uno de estos libros aparecen una serie de reglas que rigen el juego. El GM piensa, en su casa o sobre la marcha, una idea de una aventura y los demás jugadores digamos que la “juegan”. Lo divertido es que esta historia la desarrollan los propios jugadores, ya que cada uno es libre de hacer lo que quiera con su personaje. Y es aquí donde radica la diversión. Cada jugador, como dijimos, interpreta un papel. Imaginemos al caballero de antes, tendrá una serie de características como fuerza, destreza, constitución... y una serie de habilidades como montar a caballo, manejo de espada, intimidación... que vienen reflejadas en la ficha del personaje. Tu interpretas a tu personaje pero teniendo en cuenta sus habilidades: no puedes decir que vas a fabricar un veneno mortal si tus conocimientos en fabricar venenos son nulos, por ejemplo.
Y es que para jugar al rol solo se necesita una cosa: imaginación (y dados). Y se juega tranquilamente sentado en una mesa, charlando con tus compañeros. ¿Qué hay de malo en eso? Diversos estudios han concluido lo positivo de los juegos de rol, ya que mejora las habilidades interpretativas, comunicativas e imaginativas de las personas. Imaginad que en clase de Historia el profesor os mandará interpretar a personajes famosos, si llegáis de veras a entender a ese personaje, entenderéis el por qué de las cosas que hace y no se os olvidará nunca.
Nada más, nos vemos!
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Isone -