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Willy's Things

El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco

 


 

Recientemente he leído este libro, entre otras cosas, por el maravilloso tiempo que ha acompañado al mes de Julio y la verdad es que me ha sorprendido bastante. A veces leo libros que me sorprenden. Llevará por casa desde el año ¿qué?... ¿noventa y pico?, si, más o menos y nunca me había llamado la atención. Nunca, hasta que un día, leyendo a Sapkowski, vi que lo mencionaban en la contraportada: “... extrae Sapkowski lo mismo que Umberto Eco de la novela policíaca en El nombre de la Rosa. Solo que Sapkowski se lee mejor”. A esta última afirmación, he de añadir, no le falta razón, pero no por ello el libro es menos interesante. Lo de policíaca debería ir entre comillas.

En el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios, y el Verbo era Dios.” Con estas palabras empieza el libro, que se desarrolla a lo largo de 6 días de un frío invierno del año 1327, “cuando el emperador Ludovico entró en Italia para restaurar la dignidad del sacro imperio romano”, en donde Adso de Melk da “fiel testimonio de los acontecimientos que se produjeron en la abadía cuyo nombre incluso conviene ahora cubrir con un piadoso manto de silencio” acompañando en todo momento a su maestro, y tocayo mío, Guillermo de Baskerville, antiguo inquisidor.

Los protagonistas se dirigen a la abadía con el fin de participar en una reunión entre los delegados del Papa y el emperador para discutir sobre la supuesta herejía de una rama de los franciscanos. Si bien este argumento se puede considerar secundario, pues la trama principal gira en torno a una serie de misteriosos asesinatos que están ocurriendo en la abadía y que parecen indicar que se acerca el “Apocalipsis” (un poco entre comillas). Bien es cierto que ambas historias se entrelazan, llegado un punto, conformando una sola. Las indagaciones de Fray Guillermo y su ayudante Adso les llevan siempre a la misteriosa e inaccesible biblioteca.

Hay que decir que la novela se entretiene mucho en detalles y descripciones de lugares y modos de vida. Las descripciones están cargadas de detalles y los detalles, de descripciones :P y eso a veces puede llegar a ser pesado. Sin embargo, Adso (que es el que escribe), no se detiene en hacer descripciones de los personajes porque, al fin y al cabo, ya están muertos en el momento de escribir él el relato (entiéndase que Adso lo escribe cuando es mayor). Las conversaciones entre monjes son de un nivel cultural muy alto, llenas de referencias y citas a multitud de libros y autores antiguos y gran cantidad de reflexiones filosóficas (algunas realmente profundas), intercalando textos en latín que, si sabes y lo entiendes, pues muy bien, pero si no... jejeje. Dicho sea de paso, si no los entiendes, tampoco es para preocuparse, no hay nada relevante, que yo sepa... aunque yo no sé latín ^_^

En definitiva, un libro que me ha gustado mucho, aunque el final... ñeeeeeee, bueno... Como curiosidad, sabed que el título que Umberto quiso dar a este libro fue el de “Adso”, pero la editorial lo rechazó.

Bueno, nada más. Sed buenos

Nos vemos!

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